Sobre cualquier cosa menos la "influenza humana"

Se supone que todos están encerrados en sus casas, sin duda deberían tener tiempo para estar horas en internet (yo lo hago) y -entre otras tantas cosas- visitar este edificante blog. Pero el contador de visitas dice lo contrario.
La razón más probable: No contentos con la apabullante cobertura televisiva, radial y los miles de mails que todos recibimos, aún tienen ganas de buscar sitios donde se hable de la ex-influenza porcina, ahora "influenza humana" (ésta, que parece la más inhumana desde la gripe española).
Así que parece que estamos obligados a publicar algo al respecto, sólo que me da una hueva inconmensurable. No sé que sería más interesante, situarme en la esquina paranoico-apocalíptica y gritar un ¡VAMOS TODOS A MORIR! (lágrimas y mocos incluidos -¿si no cómo?); o en el extremo opuesto del escepticismo-pseudeintelectual de los que requieren ver las montañas de muertos para convencerse de que esto no es un ardid del Banco Mundial y/o Salinas de Gortari para vender el país (y aunque las viesen, lo importante no sería la enfermedad en sí, sino los intereses que tuvo la CIA al crearla y soltarla en Mexicalpan de las tunas).
En fin, lo que quiero es hablarles de la belleza en la Matemática, pero como eso puede causarles una hueva inconmensurable (más por mi modo de escribir que por otra cosa), pondré un hermoso corto animado llamado El punto y la linea: Un romance en matemáticas básicas, dirigido por Chuck Jones y que ganó el Óscar en 1965. Como lo visual es el aspecto central lo pongo en inglés (que es la versión de mejor resolución que encontré), pero aquí hay una traducción de la narración y acá se puede ver doblado al español.
Que lo disfruten.